Pequeños acuerdos, grandes puertas: La lección de NIL que la mayoría de los atletas pasa por alto
- Edward Graves
- 11 ago
- 2 Min. de lectura
Hace unos meses, me senté con un atleta para revisar una oportunidad NIL de un negocio local. A simple vista, parecía demasiado pequeña para dedicarle tiempo: $200 al mes durante seis meses, a cambio de una breve publicación en redes sociales después de las competencias mencionando que ese era su lugar para “recargar energías.”

La primera reacción del atleta fue burlarse. La cifra no impresionaba, y estaba enfocado en ofertas más grandes que esperaba recibir. Pero la verdad es esta: en NIL, como en los negocios, no se trata solo del primer cheque, sino de las conexiones que ese cheque puede generar. Le recordé que, a veces, los acuerdos más pequeños abren las puertas más grandes, porque ponen tu nombre en las conversaciones correctas.
Firmó.
Ese modesto acuerdo llevó a presentaciones con otros negocios en la comunidad. Esas presentaciones se convirtieron en nuevos patrocinios. Y en poco tiempo, ese atleta estaba ganando alrededor de $1,500 al mes gracias a alianzas locales, sin añadir más exigencias de entrenamiento o viajes a su calendario.
Pasé más de 25 años en ventas corporativas, incluyendo tiempo como ejecutivo en una de las cinco firmas más importantes, y en los últimos años he trabajado como Representante de World Athletics y Agente Licenciado en la Costa Este. He visto este patrón repetirse en ambos mundos: el primer acuerdo rara vez te hace rico, pero puede darte visibilidad. La visibilidad genera confianza. Y la confianza trae acuerdos más grandes y mejores.
Por eso les digo a mis atletas: no comas antes de que te sirvan. No apartes el plato antes de ver realmente qué se está ofreciendo.
En NIL, la comida suele mejorar después del primer bocado.

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